Las reformas casas antiguas no deben contemplarse como una demolición total de lo que había para construir algo completamente nuevo sobre sus ruinas. Por el contrario, conservar aquellos elementos más característicos que, con la adecuada restauración, mantengan intacta su solidez estructural es una sabia decisión que preserva la esencia original de la vivienda entre los nuevos aires que ha querido instaurar el propietario.

Los suelos

En algunas reformas casas antiguas, hay suelos o partes del pavimento original que constituyen auténticas obras de arte y un lujo que preservar e integrar en la renovación:

Suelos de barro o terracota policromados, losas de piedra de gran tamaño y grosor, solados de tierra, arena, cal y yeso en acabado pulido o con incrustación de piedras de río, auténticas joyas bajo nuestros pies que imprimen calidez y carácter a todo lo recién estrenado.

Colores y calidades diferentes que solo hay que molestarse en  recomponer y animar para que el desgaste propio de los años se convierta en una revalorización del patrimonio.

Para ello basta la sustitución de algunas piezas, una renivelación, el toque revitalizante de la reparación de juntas junto al pulido y abrillantado.

Los vanos y puertas

Si alguna de las reformas casas antiguas ha tenido la suerte de topar con alguna puerta de antaño, de esos modelos de madera maciza con herrajes metálicos que transmiten personalidad y seguridad nada más tenerlos delante, no hay que dudar ni un minuto en intentar salvarla.

Deberá permitir, eso sí, que una adecuada restauración le devuelva sus propiedades originales eliminando  plagas, decapando y limpiando los herrajes metálicos y, finalmente, nutriendo la madera con los aceites y sustancias adecuados para que recupere completamente su esplendor de antaño.

Y, en el caso opuesto, en aquellos pasos de una estancia a otra que se diseñaban eludiendo la puerta y resaltando el vano mediante arcos, el consejo es el mismo: conservar y resaltar.

La estructura anterior a las reformas casas antiguas

Sin perder de vista la humedad y la carcoma (enemigos constantes de la madera) consultando a un experto sobre su buen estado, es típico conservar vigas y columnas anteriores a las reformas casas antiguas.

En función del deterioro podemos decidir tratarlas, reforzarlas o sustituirlas por otras metálicas. Una vez autenticada su validez estructural, habrá que embellecerlas eliminando el barniz antiguo en dirección del veteado y aplicando una nueva capa del aceite adecuado, recomendando el de linaza.


En Ako Interiorismo utilizamos las bases de la arquitectura de interiores para reformas casas antiguas y modernas sin perder la esencia de la construcción original.

Consúltanos.

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