La luz en la arquitectura de interiores

La arquitectura de interiores se encuentra estrechamente ligada a la iluminación del espacio que pretende modificar. Tanto la luz natural como la artificial han de ser tomadas en consideración a la hora de plantear cualquier actuación porque, del grado de acierto en su utilización dependen en gran manera las cualidades que se añaden o restan al resultado final del proyecto.

Arquitectura de interiores  e iluminación

No cabe duda de que la iluminación elegida para una zona de contemplación o descanso debe ser sustancialmente distinta a la de aquella en la que se va a realizar algún tipo de actividad. De la misma manera, las dimensiones del ambiente a iluminar condicionan la intensidad y orientación de los focos de luz.

En relación al tipo de luz, aunque la natural continúa siendo la forma más habitual de iluminación (es gatuita y no contaminante), cada vez se apuesta más por los sistemas artificiales que, pese a sus costes adicionales, proporcionan una iluminación más constante y fácil de controlar, encendiéndose y apagándose a voluntad y permitiendo graduar de forma precisa su dirección, intensidad y color.

Por ello, la manera más correcta de manejar sus diferencias es la de complementarlas, utilizando las ventajas que aporta cada una según la importancia que cobra en cada momento del día.

Iluminación natural

A pesar de los avances tecnológicos, la luz natural continúa siendo protagonista fundamental en la arquitectura de interiores.

Cuestiones económicas y ecológicas aparte (de suma importancia en estos tiempos de crisis y de lucha contra el fenómeno del cambio climático), lo cierto es que la luz solar nos ofrece sensaciones repletas de una calidez y un encanto especial imposibles de obtener con otros elementos. Tiene la capacidad de realzar colores y formas de los muebles y otros objetos.

Los colores, las texturas, las superficies y la distribución de los muebles de manera que no constituyan un obstáculo para las aberturas y ventanas, son algunos de los elementos que nos permiten lograr el máximo aprovechamiento de la luz natural en la decoración de ambientes.

Iluminación artificial

Como la natural, la luz artificial afecta a la decoración realzando o atenuando los tonos, las formas y las texturas. En muchas ocasiones, la simple renovación de la iluminación puede conseguir grandes cambios en el ambiente.

A tales efectos, un buen diseño de arquitectura de interiores debe contemplar:

  • Hay que definir que función estética y práctica cumplirá la iluminación artificial en cada uno de los ambientes.
  • Es un interesante recurso decorativo la combinación de distintos tipos de luz en un mismo espacio y que se enciendan de manera independiente (luz general suave u otros focos locales destacando zonas concretas y en áreas de trabajo o de lectura).


Desde Espacios en Madera tenemos en cuenta, junto con la distribución de los espacios y los materiales, todas las variables relativas a la iluminación más adecuada para cada proyecto de interiores.

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