La decoración de interiores puede ser, más allá de lo que prescriben los diseñadores o las grandes firmas de moda, la principal diferencia entre una casa y un hogar, entre un lugar de trabajo y un ambiente en el que trabajar a gusto. Porque un entorno confortable no se adquiere disponiendo únicamente de paredes y techo bajo los que guarecerse sino creando dentro de él las condiciones propicias de seguridad y comodidad que resulten acogedores a quienes allí vivimos o trabajamos.
En resumen, la decoración de interiores nos invita a ser más felices.
Porque, querámoslo o no, la felicidad siempre está en nuestro interior.
El color
El color de todo lo que nos rodea es subjetivo, es decir, influye sobre el ser humano produciendo impresiones y sensaciones primarias de gran importancia.
El tono de las paredes de nuestro hogar, del mobiliario de la oficina, del techo del centro comercial…, generan un entorno capaz de estimular o deprimir, provocar actividad o recogimiento, trasmitir frialdad o calidez.
Los significados de carácter simbólico y psicológico son conocidos por artistas y profesionales del diseño y la decoración de interiores, que los eligen y combinan en función de su experiencia y, lo más importante, de las necesidades de cada cliente.
Psicología del color:
La iluminación
La luz natural y artificial de cada estancia son también fundamentales, y no solo desde el punto de vista estético, en la recreación del estado de ánimo y las actividades de sus ocupantes. Las horas en que trabajamos o disfrutamos de nuestro ocio afuera y las que descansamos en casa marcan, en gran manera, nuestro cansancio y estado anímico.
Además, tanto en horarios diurnos como nocturnos, la iluminación tiene la enorme virtud de realzar los colores y formas del mobiliario y sus accesorios siempre que sea la adecuada.
Las necesidades de cada ambiente condicionan diferentes disposiciones y conformaciones de los puntos de luz, lo que define los distintos tipos de iluminación (general, puntual, de ambiente, decorativa, halógena, incandescente, LED) y sistemas (directo, indirecto, difuso) a utilizar en cada proyecto de decoración de interiores.
Materiales y personalidad
Por último, los materiales son también determinantes a la hora de crear una sensación de bienestar: cerámica o madera para el suelo, natural o sintético en los muebles, tejidos vegetales o acrílicos para las tapicerías hacen que nos sintamos, igual que si fueran una prenda de vestir, mejor o peor con nosotros mismos.
Porque todo proyecto de decoración de interiores, color, iluminación, materiales, formas comienza y termina en el mismo sitio: nuestro estilo personal.
Al final, por encima de tendencias y consejos de diseñadores, son la historia, los valores, la forma de ser y de entender la vida de los ocupantes de cada espacio los que marcan el estilo, la necesidad interior de todos aquellos que saben que la felicidad suele andar siempre de puertas para adentro.
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Espacios en Madera, tu felicidad interior.